El puente
Agotado por la caminata de la noche, salgo de la espesura. No puedo dejar de ir hasta su voz que me llama desde el pináculo nevado, tan cerca del cielo. Me pesa todo, la ropa, el katana, mis sandalias.
Agotado por la caminata de la noche, salgo de la espesura. No puedo dejar de ir hasta su voz que me llama desde el pináculo nevado, tan cerca del cielo. Me pesa todo, la ropa, el katana, mis sandalias.
La mariposa –¡No aplastes la mariposa! –gritó ella con el arma aún humeante. Él congeló la dura bota de cazador a un tris de aplastar al insecto iridiscente del tamaño de un plato. Los dos vieron caer al brontosaurio y aplastar los helechos gigantescos. La cabeza perforada por el certero disparo aterrizó a su lado,
Este cuento «hWord» surgió como un intento de mostrar que puede ocultar una licencia de uso y lo que sucede cuando no la leemos en profundidad, cosa que hacemos casi siempre. Por ejemplo: ¿quién sabe que cierto software de dibujo técnico muy difundido no se puede usar si uno está en bancarrota? Hay muchas otras
El cuento «hWord» al francés Leer más »