Amarillo
Breve poema sobre un sueño
Habla la sangre de mis ancestros, la que tiñe mi piel. Habla. Me llama desde milenios salvaje y mansa, firme. Teje sueños Que caminan hacia mí desde aquel horizonte hasta mis pies y me invita, insiste hasta que la escuche. Dice que tiene la respuesta y la llave a todas mis preguntas. Sentado y cavilante
La no-razón, la no-mente, el mushin. A veces algún paisaje o simplemente las nervaduras de una hoja nos suspende en algún lugar entre el cielo y la tierra. Queremos ver en esos momentos alguna otra realidad, que nos trasciende.